¿Te resultan familiares estas frases? Hoy queremos hablarte de la procrastinación, una costumbre muy extendida que consiste en posponer tareas que no tienen recompensa inmediata o que nos requieren esfuerzo físico, mental y/o emocional.
Esta costumbre prolongada en el tiempo puede desembocar en un alto grado de malestar y un descenso de la confianza en unx mismx. Piers Steel, lo define como “hacerse daño a uno mismo”, ya que podemos llegar a postergar tareas para ‘mañana’ aún sabiendo que esto va en contra de nuestro beneficio.
Como resultado tendremos sensaciones como no saber por donde empezar, no sentirnos capaces, que todo se nos venga grande y ver la meta como inalcanzable.
¿Cómo saber cuando estamos procrastinando?
- No es lo mismo procrastinar que ser un/a ‘vago/a’. La procrastinación procede de la gestión emocional y no tanto del tiempo, siendo una estrategias de evitación de emociones o estados de ánimo que nos resulten desagradables. Mientras que la vaguería o la pereza hablan de la falta motivación para actuar, eligiendo en su lugar otro tipo de tareas más placenteras, como el descanso.
- No es lo mismo procrastinar que escuchar a tu cuerpo. Hay ocasiones en las cuales elegimos no forzar al 100% nuestro cuerpo en un entrenamiento, o elegimos quedarnos descansando y no entrenar, y no significa que estemos procrastinando. No todos los días el cuerpo responde de la misma manera. Siendo capaces de escuchar a nuestro cuerpo, somos capaces de responder a sus necesidades.
‘¿Si no lo haces ahora por qué crees que lo vas a hacer mañana?’
Lo importante es dar el primer paso…
¡En el siguiente blog te contamos algunos ejemplos de formas en las que podrás pasar a la acción!
Psicóloga experta en Psicoterapia Asistida con Caballos. Nº de colegiada M-33712.
«Para mi la psicología significa conexión y crecimiento. Es un privilegio ser testigo y partícipe del regalo que se hacen las personas gracias a este encuentro consigo mism@s, en el que recuperan la ilusión y comienzan a moverse en dirección a sus valores.»