Es muy común al llegar el verano, muchas personas se pongan a realizar la conocida “operación bikini” en la cual, se recurra a realizar todo tipo de dietas, restricciones alimentarias, practicar más ejercicio de lo habitual de manera intensa o consumir productos dietéticos “quema grasas” todo con el fin de lucir un cuerpazo este verano que entre dentro de los cánones de belleza actuales, aunque el practicar este tipo de conductas alimentarias sean un riesgo para la salud física y mental.
Procrastinación II
En muchas ocasiones queremos empezar a entrenar y tenemos la creencia de que necesitamos mucho material, tiempo, conocimiento o dinero para ponernos a ello. Este tipo de pensamientos suelen limitarnos y provocar que pospongamos la decisión de comenzar a entrenar, que ‘lo dejemos para otro momento’.
Procrastinación
‘Hoy no me apetece ir a entrenar, mejor mañana’, ‘me gustaría empezar a ir a gimnasio, pero nunca es buen momento’, ‘quiero ir a entrenar, pero no esforzarme demasiado’, ‘hoy no voy a ir a entrenar porque tengo muchas cosas que hacer’, …
Efectos secundarios de hacer dietas estrictas o “milagrosas”
En la actualidad, la cultura de dietas nos vende que para ser saludables hay que tener un determinado físico o peso (sin tener en cuenta los diferentes parámetros de salud) eso genera frustración e insatisfacción corporal, lo que lleva a someterse a determinadas dietas, pensando que es la solución para sentirse mejor consigo mismo y estar saludables.